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¿LOS ANIMALES SUFREN ESTRÉS?07/06/2021




El estrés es considerado una enfermedad de la sociedad moderna y es común escuchar amigos y familiares hablando sobre los síntomas de estrés que están afrontando. Pero la duda es: ¿los animales sufren estrés?
 
La respuesta simple es: ¡sí! Los animales no son inmunes a situaciones estresantes. Pero al contrario que nosotros, esas situaciones pueden ser previstas y evitadas antes que se transformen en algo más serio.
 

¿Qué es el estrés animal?

El estrés animal es un mecanismo de defensa del organismo frente a situaciones que requieren adaptabilidad del mismo. El organismo trabaja a un ritmo que es el resultado de la interacción y equilibrio con su ambiente. 
 
Si el ambiente se modifica, es evidente que el organismo necesitará adaptarse a la nueva situación a través del estrés. En estas condiciones el estrés representa un factor positivo porque supone que el animal pueda superar la situación y alcanzar un nuevo equilibrio. Pero si la situación estresante se prolonga, todos los mecanismos fisiológicos que se ponen en marcha se agotarán y siempre se llegará a una situación de distrés.
 
Cada organismo tiene una tolerancia individual al estrés y esto depende de su genética y de la eficiencia de sus mecanismos de respuesta a agentes estresantes o estresores. Controlar los agentes estresantes puede significar controlar el nivel de estrés del animal.
 

Las principales situaciones estresantes en los animales

Recientes estudios demuestran que los animales son optimistas o pesimistas con respeto a las situaciones que los rodean y esto puede influenciar su respuesta emocional. 
 
Estos estudios refuerzan el principio que el temperamento individual juega un papel fundamental en la forma que tiene el animal de entender el ambiente que lo rodea y nos llevan a pensar que cada sujeto debe ser considerado en su individualidad, aunque hay puntos comunes. 
 
Por ejemplo, las situaciones que potencialmente pueden crear estrés en un animal son: las visitas al veterinario o a la peluquería, cuando el dueño se ausenta o cuando se quiere poner el animal en un transportín. Frente a estas situaciones el animal puede reaccionar con miedo y, según su temperamento, reaccionar con agresividad o impotencia.
 
Otras situaciones no son tan fáciles de reconocer porque implican un conocimiento más profundo de la psicología del animal y de su percepción del ambiente y se establecen en tiempos más largos provocando la aparición de estrés crónico. En estos casos el animal puede desembocar en agresividad, fobias o manías.
 
Las causas más comunes en este tipo de estrés son la sobreprotección por parte de los dueños con la adquisición de malos hábitos, la falta de educación básica y la poca tolerancia a la frustración provocada por la falta de exposición a situaciones de reto y superación. 
 
Un factor de estrés muy común en el animal es la aplicación por parte del propietario de castigos inadecuados o indiscriminados, aplicados de forma incorrecta, en momentos inadecuados o no proporcionales.
 

¿Cómo reconocer los síntomas de estrés?

En situaciones de estrés agudo, el animal presentará síntomas evidentes y muy reconocibles como: babeo excesivo (esto es debido a un exceso de saliva), jadeo, lamerse los labios, inquietud, ansiedad, temblor, arcadas y vómito.
 
Conductas más complejas de tipo compulsivo o estereotipias, pueden presentarse a causa de un ambiente poco adecuado a las necesidades del animal o en situaciones particulares que el animal experimenta en la familia y en las cuales no tiene control.  
 
En principio el animal mostrará su indecisión en una situación rascándose o dando vueltas sobre si mismo, mientras si la situación se repite en el tiempo desarrollará problemas más serios como:
 
• Lamerse compulsivamente sobre todo las extremidades anteriores y siempre en el mismo punto desarrollando heridas o úlceras
• Morderse el rabo dando vueltas sobre si mismo
• Cazar moscas, es decir mirar en un punto intentando morder algo en el aire o perseguir luces o reflejos
• Agresividad y agresiones hacia si mismo u objetos
• Síndrome del animal enjaulado, es decir cumplir siempre el mismo movimiento en animales confinados en jaulas, como por ejemplo en perreras, caminando de un lado a otro de la jaula
• Vocalizaciones.
 

¿Por qué es importante combatir el estrés?

Un estrés intenso o prolongado en el tiempo puede tener efectos en el carácter y en la fisiología del animal y hacer que el dueño tenga que empezar terapias específicas que devuelvan al animal el equilibrio perdido. 
 
En muchos casos las terapias son de difícil implantación y el pronóstico también es incierto. Además de conductas inapropiadas, y, en algunos casos, compulsivas, el estrés tiene importantes repercusiones orgánicas debidas a la liberación de hormonas específicas del estrés, y una serie de cambios de conducta. 
 

¿Qué hacer? Prevención del estrés animal

La prevención representa la mejor elección. En este caso prevención no quiere decir eliminación del estrés. Es importante enseñar al animal a enfrentarse a situaciones lo más variadas posible, así que sepa superarlas. Debemos darles las herramientas que necesitan a través de un buen adiestramiento básico y de la presentación de estímulos que empujen el animal a solucionar problemas. 
 
Por eso cuidado con la sobreprotección. Lo mejor es estimular el animal desde sus primeros meses o, siguiendo algunos protocolos, semanas. La cosa importante es plantear al animal retos que pueda superar con cierta dificultas y empujarlo a reintentarlo después de un eventual fracaso. Cierto grado de frustración será la base por un nuevo intento exitoso.
 
En definitiva “equipar” a nuestros animales con un abanico amplio de experiencias hace que sean más preparados y seguros de ellos mismos en diferentes situaciones de su vida y puedan superarlas con niveles menores de estrés
 

Utilización de feromonas para la prevención de estrés

Sin dudas la terapia del comportamiento es la base de la prevención de estrés y en general de cualquier problema de conducta, aunque en algunos casos podemos recurrir a sustancias, como las feromonas, capaces de reducir la percepción de amenaza que puede tener un animal en determinadas situaciones. 
 
Las feromonas son hormonas que producen las hembras en el periodo de lactación permitiendo que los cachorros se tranquilicen, tengan más seguridad y establezcan relaciones maternofiliales. La utilización de aparatos difusores o collares, según el caso, puede tener efecto tranquilizante en los animales sin necesidad de recurrir a fármacos que pueden tener efectos colaterales o demasiada somnolencia y relajación.
 

Utilización de fármacos

En momentos puntuales puede representar la única opción en animales que presenten estrés grave a causa de verdaderas fobias hasta llegar a ataques graves. Estos medicamentos nunca deben ser suministrados sin vigilancia veterinaria y es importante respetar dosis e indicaciones. Por eso siempre consulte el veterinario que cuida de su animal.
 
¡Bríndale a su animal lo mejor cuidado! 
 
Mascotas&CIA.
 

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